La Corriente La corriente del mundo puede llevarnos a islas desoladas, a pasajes turbulentos en donde no se puede tener paz y ser feliz. Sin timón, como un barco de papel nafragamos por no haber puesto nuestra vida en las manos de Jesús. No dejes que la corriente del mundo te seduzca, endulce demasiado tu mirada. Que, locas ganas tiene el hombre bajo la piel. Un sordido canto dando golpes en la ventana de la vida. Seguras desgracias, obligados sucesos que colman la semana de tristezas. La corriente, ese cause que emerge de lo oscuro del alma... Allí la gente no tiene fe y vive sin esperanza. Allí todo lo que tocas enmohece y amarga la garganta. Efesios 2:2 ...en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia...