Agarrado a Él
Agarrado a Él
Un hombre se dirige temprano en la mañana a su trabajo que se encuentra en el centro de la ciudad. Todo parece estar bien, no hay nada que le cause sobresalto y le impida llegar a su lugar de destino. Mientras conducía se miraba en el retrovisor fijándose que en su rostro todo estuviera impecable. Radio encendida, las noticias de la mañana anunciaban las últimas tragedias acaecidas en la noche. Súbitamente un dolor muy fuerte llevaron sus manos al pecho dejando el volante desprovisto de atención. El resto de la historia usted amado hermano bien la puede imaginar…
Y es que la fragilidad de nuestros cuerpos es evidente. Junto a esta va la fragilidad del alma y el espíritu. Nuestra vulnerabilidad está a flor de piel y si no velamos, si no tenemos nuestras manos bien puestas en el volante de la vida, podemos vivir una fatal tragedia. Sí, la tragedia de haber escuchado de Jesucristo y aun perdernos. La tragedia fatal de que todos los días de diferentes formas tocara a las puertas de nuestro corazón y le ignorásemos.
Que nada, que nadie hoy nos distraiga de alcanzar poder a verle y sobre todo conocerle. Hoy sea ese día en donde pueda caminar con certidumbre de fe agarrado de la mano del Señor.
Isaías 55:6-8 - Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Serafín Alarcón Carrasquillo - tablitas del Señor
Un hombre se dirige temprano en la mañana a su trabajo que se encuentra en el centro de la ciudad. Todo parece estar bien, no hay nada que le cause sobresalto y le impida llegar a su lugar de destino. Mientras conducía se miraba en el retrovisor fijándose que en su rostro todo estuviera impecable. Radio encendida, las noticias de la mañana anunciaban las últimas tragedias acaecidas en la noche. Súbitamente un dolor muy fuerte llevaron sus manos al pecho dejando el volante desprovisto de atención. El resto de la historia usted amado hermano bien la puede imaginar…
Y es que la fragilidad de nuestros cuerpos es evidente. Junto a esta va la fragilidad del alma y el espíritu. Nuestra vulnerabilidad está a flor de piel y si no velamos, si no tenemos nuestras manos bien puestas en el volante de la vida, podemos vivir una fatal tragedia. Sí, la tragedia de haber escuchado de Jesucristo y aun perdernos. La tragedia fatal de que todos los días de diferentes formas tocara a las puertas de nuestro corazón y le ignorásemos.
Que nada, que nadie hoy nos distraiga de alcanzar poder a verle y sobre todo conocerle. Hoy sea ese día en donde pueda caminar con certidumbre de fe agarrado de la mano del Señor.
Isaías 55:6-8 - Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar. Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Serafín Alarcón Carrasquillo - tablitas del Señor
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