Dios nos hace justicia
*El Señor nos hace justicia*
Salmos:40:1-2. - Pacientemente esperé al Señor, y él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Y me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Sus palabras destilaban un profundo dolor, en ellas había una queja casi desesperante. Mientras hablaba con un señor en el pueblo de Coamo (Puerto Rico) me comentaba como injustamente había sido acusado de algo que no había hecho. Le escuché con atención, lo dejé desahogarse y luego le cité algunos versos del Salmo 40.
No descanse nuestra fe en los hombres y en su poder; no está allí la ayuda oportuna para ti. Ellos, al dar su último suspiro, vuelven al polvo, y todas sus buenas o malas intenciones mueren con ellos. Pero más que dichosos son los que tienen como abogado al Dios del cielo y de la tierra, los que han puesto su esperanza solo en Jesucristo.
Él hizo el universo y todo lo que respira. Él cumple todas sus promesas para siempre y su fidelidad en verdad no tiene limites. Jesús hace justicia al pobre y da esperanza al corazón más abatido.
El Señor libera a los prisioneros, a los que injustamente son calumniados y abre los ojos de los que por mucho tiempo dejaron de creer. Los agobiados por los afanes reciben fortaleza y consuelo. Sin duda alguna Dios nos hace justicia.
Alabaré al Señor mientras tenga vida; sólo a Él mi corazón entregaré. Una sincera adoración ha de ser mi caminar por SIEMPRE.
Serafín Alarcón Carrasquillo
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