Una lagrima
*Una lágrima de Dios*
A veces los nervios me traicionan y no se por donde comenzar... Quiero y tengo tanto que decir que la abundancia de palabras se me pierde como agua entre las manos.
Que el mundo en este instante se me enreda entre anhelos y recuerdos. Entre sueños cumplidos y otros por venir.
Sus ojos eran grandes, eran como dos faroles que inspiran escribir un verso o componer una canción. Allí, bajo la lluvia tropecé con su mirada y su mano extendida pidiendo una limosna. El tiempo que tenía era poco pues el semáforo estaba a punto de cambiar.
Sólo pude darle un menudo, una sonrisa y un TE AMO. Sus hermosos faroles negros brillaron con el resplandor de una lagrima. Una breve, pero profunda lágrima de Dios.
Mateo 25:40
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.
Serafín Alarcón Carrasquillo
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