Quizá, tal vez

Quiza, tal vez pueda gozar de tanta estupidez. Quizá pueda vestir con el paso de los días un atuendo más decoroso. Un pensamiento que dome la adversidad de mi tiempo.
En sonoro manifiesto y con cabello suelto, pauso pero no me detengo.
Respiro y dejo que el corazón desida por mí. Bailo. 

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Salmos 149:4-5 - porque el Señor se deleita en su pueblo; él corona al humilde con victoria. Que los fieles se alegren de que él los honra; que canten de alegría mientras descansan en sus camas. Hay tantas razones para dar gracias a Dios. Darle gracias por su fidelidad en cada prueba. Por su paciencia cuando muchas veces no queremos escucharle. Y claro, por su AMOR inagotable. Cantarle y alabarle con toda el alma es cosa obligada para todo aquel que ha sido bendecido por su Gracia y misericordia. !Animo!