Entradas

Mostrando entradas de abril, 2015

En medio del dolor

*Su sombra en medio del dolor* ¿Cual ha sido tu más difícil y dolorosa experiencia que has vivido? Algunos dirán un divorcio, la muerte de un ser amado, y hasta algunos comentarán la perdida de un empleo. ¿Un gran dolor podrá tener un gran propósito para nuestras vidas? A veces pienso que sí... Justo antes de que Jesús fue a la cruz, les dijo a sus discípulos que pronto ellos pasarían por un momento de gran dolor y tristeza. Comparó su muerte de cruz con la experiencia de una mujer durante el parto. Sin duda una de las experiencias más dolorosas y sin embargo... Es en ese escenario cuando la angustia y el dolor físico son transformados en alegría después del nacimiento.El dolor nos llega a todos por los senderos de la vida. Pero, el gozo de nuestro Salvador supera todo sufrimiento. Al igual que la alegría de una madre al tener en su regazo su tan amada criatura, Dios nos va SANANDO y CONSOLANDO de manera sobrenatural. CRISTO es ese árbol oportuno que nos da sombra en medio de lo

Agarrado a Él

Agarrado a Él Un hombre se dirige temprano en la mañana a su trabajo que se encuentra en el centro de la ciudad. Todo parece estar bien, no hay nada que le cause sobresalto y le impida llegar a su lugar de destino. Mientras conducía se miraba en el retrovisor fijándose que en su rostro todo estuviera impecable. Radio encendida, las noticias de la mañana anunciaban las últimas tragedias acaecidas en la noche. Súbitamente un dolor muy fuerte llevaron sus manos al pecho dejando el volante desprovisto de atención. El resto de la historia usted amado hermano bien la puede imaginar… Y es que la fragilidad de nuestros cuerpos es evidente. Junto a esta va la fragilidad del alma y el espíritu. Nuestra vulnerabilidad está a flor de piel y si no velamos, si no tenemos nuestras manos bien puestas en el volante de la vida, podemos vivir una fatal tragedia. Sí, la tragedia de haber escuchado de Jesucristo y aun perdernos. La tragedia fatal de que todos los días de diferentes formas tocara a las

Dios está contigo

Imagen

*Nadie podrá*

*Nadie podrá* Los últimos dos meses Clarimar (mi hija) me ha acompañado a evangelizar varios pueblos del este y norte de la isla en donde vivimos; Puerto Rico. Para mi, una experiencia que jamás he de olvidar si es que llego a tener larga vida, eso solo Dios lo sabe. Verla, como sin temor entra a los establecimientos y allí le ofrece una tablita, una palabra de aliento a alguien en verdad les digo que es inspirador. Y es que amados, hay tanta necesidad allá afuera… necesidad de recordarle a la gente que no está sola, que hay esperanza para sus vidas. Hablaba con un “borrachito” que se mostraba honrado por el trabajo que Clari y yo hacíamos. Nos elogió como nunca nadie lo había hecho en estos años de evangelismo personal. Luego, y para sorpresa nuestra, al entrar en una barbería cercana estaba nuevamente el “borrachito”. Esta vez en la primera plana de un periódico regional que le dedica todo un artículo por sus logros como escultor. ¿Lo pueden creer? Así es, resultaba que aquel pe

Dios no se equivoca

*Dios no se equivoca* Cuan desagradable a veces se nos hace esperar. Especialmente si es un asunto que nos parece prioritario. ¿Prioritario? Sí, eso que subjetivamente damos mayor relevancia. Para algunos un trabajo, un dinero que se espera, la llegada de un hijo o familiar que hace tiempo no vemos o la sanación de un pariente que padece de una enfermedad terminal. Y, la espera se hace tediosa y larga, casi imposible de contenerla afectando entonces nuestra visión de vida. A pesar de esto, no hay mejor remedio para tal fiebre que una buena dosis de paciencia. Esa paciencia que es fruto de DIOS en nuestras vidas. Fruto de su Espíritu que moldea y apacigua las fuertes olas del afán. Confieso que no siempre tenemos ese fruto, ese maravilloso don de saber esperar pacientemente. Pero, cosa imposible no es, especialmente para el genuino y verdadero creyente. Y es que amados, no hay mejor reloj que el del Señor. Sus manecillas han de caminar en un ritmo bien calibrado, uno que n

Estudiando en familia Prov 4 TU PRIMERA IGLESIA

Imagen

*Vale la pena vivir*

*Vale la pena vivir* Hay tres formas de ver y de entender la realidad en que vivimos. El pesimista piensa que todo está perdido, que nada tiene solución y que no vale el esfuerzo por enfrentar las pruebas con fe y entusiasmo. El optimista no duda en enfrentarlo todo aunque en muchas ocasiones su optimismo no es fuente de fe y sí de esfuerzo y talento humano. Un optimismo que se niega a ver el peligro inminente que se aproxima si se deja seducir mucho por su ego. Y por último el realista; ese que sabe que no todo tiene solución rápida y fácil. Aquel que con genuina fe se encomienda al Señor sabiendo que solo en Él hay respuesta certera para cada asunto. Que las verdades en la perspectiva de CRISTO son siempre absolutas y supremas. Ese que sabiamente sabe que el problema de fondo es espiritual. Debe haber un sensato equilibrio entre lo que veo, lo que siento y lo que creo. Hay que ver descarnadamente la realidad sin crearme falsas ilusiones. Una búsqueda de la verdad partiendo desde

Útil al Señor

El Señor da a cada persona las fuerzas, dones y habilidades para subsistir en un mundo como en el que vivimos. Esas fuerzas, dones y habilidades deben siempre estar puestas al servicio de Él y nuestro prójimo. Bajo su control sin duda serán de utilidad y harán mucho bien a tantos en necesidad. Y es que, fuera de sus manos jamás hemos de alcanzar lo propuesto por CRISTO para nuestras vidas. Alejados de su voluntad sencillamente cada don y habilidad podrían hasta convertirse en instrumentos del mal. Y eso sí que es una tragedia mayúscula. Una forma de asegurarnos de que esto no suceda es pidiéndole a DIOS estar SIEMPRE bajo su control. Su constante presencia en nuestras vidas hará que nuestras fuerzas, dones y habilidades sean plenamente utilizados para glorificar al Señor en cada cosa que hagamos. Ser útiles a Jesucristo debe ser nuestra meta hoy y siempre. Salmos 40:8 - El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. Serafín Alarcón Carrasquil